Moteros 5/3: Paracas
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lunes, 14 de enero de 2013

Día 24: Directo al encuentro con los Pingüinos


30/Diciembre/2012
Salimos a las siete de la mañana a desayunar pues el tour salía a las ocho de la mañana, nos recogieron en la recepción del hostal y fuimos en filita como cuando éramos chiquitos hasta el embarcadero; allí después de respirar el monóxido de carbono producto de la cantidad de lanchas que salen hacia las islas, partimos muy animados.



Lo primero que vimos fue el “Candelabro” que es una figura en bajo relieve sobre una colina de arena y mide 183 metros de alto por 60 de ancho cuyo origen es un misterio, se ha dicho que fueron los Nazcas quienes lo hicieron antes de las Líneas de Nazca, otros que los incas, piratas o hasta extraterrestres, la verdad no se sabe pero es impresionante.



Después, empezamos a ver las islas y sobre la superficie una mancha negra que son miles de pájaros que habitan o llegan allí. Se encuentran especies como el Guanay, Piquero, Zarcillo además de Lobos Marinos y Pingüinos de Humboldt; a propósito, nos recomendaron que lleváramos sombrero pues imaginen: ¿Qué pasa cuando hay muchas aves recién desayunadas sobre sus cabezas? Sí ¡Exacto! en cualquier momento puede desatarse una lluvia de guano -excremento de pájaro-; el cuál recoge el gobierno peruano en algunas temporadas y lo exporta hacia Inglaterra como fertilizante.

El tour vale la pena, pues uno tiene “contacto directo” con todos estos animales. Se pueden ver los lobos marinos a escasos centímetros de la lancha, y parece que a ellos no les importa que uno ande por ahí merodeando, pues continúan pereceando como si nada -jeje-.

 Después volvimos al hotel y tomamos rumbo hacia Lima; pues allí pensábamos pasar el 31, llegamos en la tarde y nos hospedamos en el Hostal Fliying Dog -nuevamente-, donde nos encontramos con una pareja de colombianos que empezaban su recorrido por Perú y les pudimos asesorar en algunas cosas para hacerles un poco más interesante y económico su recorrido.

En la noche salimos a visitar el parque de las aguas, que es un parque con varias fuentes de agua, algunas de ellas muy divertidas, donde la gente va a mojarse un poco y a disfrutar de los hologramas que son proyectados sobre la fuente más grande.

Después de esto al hostal; ya que temprano a la mañana siguiente teníamos que conseguir el aceite y el filtro para las motos. El mantenimiento ya no daba espera.

domingo, 13 de enero de 2013

Día 23: Directo a la playa de Paracas


29/Diciembre/2012
Salimos de Nazca temprano con la idea de llegar a Pisco y desde allí hacer la ruta del pisco y el tour por las islas Ballestas, pero de camino nos encontramos con que la ruta del pisco, no es en Pisco sino en Ica, así que ya estando en Ica ¿quién dijo miedo? a tomar pisco -jeje- no mentiras, a conocer el proceso.

Muy amablemente un policía de Ica nos guió hasta la hacienda Caravedo ubicada en las afueras de la ciudad, donde Rodrigo nos hizo un recorrido por todo el lugar.

Primero nos explicó cómo reciben la uva, el proceso de despulpado, el sitio de almacenamiento del mosto verde (se le llama mosto verde porque no alcanza el mismo tiempo de fermentación que para el vino), luego nos llevo a la zona de destilación, a los tanques de almacenamiento, embotellado y sellado de las botellas.

En seguida pasamos a la parte antigua de la fábrica donde se destilan piscos desde 1877 ya que aún hoy utilizan los alambiques de leña para destilar algunas de las variedades; después nos mostraron el viñedo y finalmente… a catar los piscos ¡¡¡yupi!!!.

En la sala  de catas nos dieron a probar dos variedades, el quebranta y acholado, la verdad siempre creí que el pisco solo se podía tomar en coctel pues es muy fuerte, pero al probarlo así es muy bueno, son muy aromáticos y agradables en el paladar.

Después de algunas compritas en el viñedo a continuar la ruta, decidimos quedarnos en Paracas que es una playa antes de Pisco, pues nos dijeron que era más seguro quedarse allí, además desde allí salen los tours para las islas Ballestas. Al llegar por poco no conseguimos donde quedarnos, porque muchos peruanos y extranjeros se van a pasar el fin de año a las playas, y todos los hoteles y hostales estaban a reventar, y los pocos que tenían habitaciones nos exigían mínimo tres noches y a precios absurdos, finalmente nos hospedamos en el hostal “El Refugio del Pirata” después de rogarle a la encargada que nos hiciera una rebajita.

Ya en la tardecita, salimos a conocer la playa que la verdad no es la locura, comimos algo por ahí y disfrutamos el atardecer animados por un “circo de pelicanos” (tres pelicanos vividores que se toman fotos con las personas a cambio de unos pescaditos que les dan sus “domadores” quienes cobran algunos soles por la fotico).

En el hostal una cervecita al ritmo de los Fabulosos Cadillacs y a prepararnos para salir temprano a las islas pues el tour ya estaba reservado.

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