Moteros 5/3

jueves, 13 de diciembre de 2012

Día 5: Directo Guayaquil e Intermedias

11/Diciembre/2012

Esta vez sí tocó madrugar porque teníamos que salir de Quito antes de las 7:00 am. y Felipe había quedado de pasar a las 6:30. Con mucho esfuerzo estuvimos listos a la hora indicada para empezar una nueva jornada, salimos justo a tiempo, de no ser por la ayuda de nuestro amigo creo que no lo hubiéramos logrado.

Ya en las afueras de Quito, nos dimos cuenta que Felipe es una persona de decisiones inesperadas, pues nos dijo que seguiría con nosotros hasta Guayaquil. Nos pusimos en marcha a buen ritmo ya que eran casi 500 kilómetros de recorrido, la segunda parada fue para desayunar a eso de las 8:30 en un sector donde el calor ya se empezaba a sentir, la comida al igual que en Colombia varía de acuerdo con el clima. De desayuno nos ofrecieron un “almuerzo” con arroz, carne,  huevos y varias bebidas a muy buen precio como todo en Ecuador. Ya con la pancita llena ¡¡¡a rodar!!!

Increíble, hicimos casi quinientos kilómetros en poco más de medio día, paramos solo a estirar las piernas y a comer mangos, déjenme decirles que son deliciosos y tienen hasta de sabores jajaja, es muy curioso puesto que hay una variedad de mangos que saben a papaya, además que las personas que nos los vendieron eran muy amables; que linda gente tiene nuestro hermano país.

El almuerzo fue en Guayaquil en el centro comercial Mall del Sol, después de dar algunos tumbos por la ciudad, ya que nuestro guía al no ser oriundo de Guayaquil, estaba un poco perdido jeje.

Después de esto conseguimos el hotel, más bien regular, en un sector un poco feo y sin wi-fi por eso nos retrasamos un poco en las entradas del blog, pero estaba cerca al malecón, que es un lugar que vale la pena visitar.



Luego de instalarnos y acicalarnos un poco salimos rumbo del malecón a tomarnos alguito, estando allí apareció Ricardo Rocco un motero veterano de mil guerras y con miles de kilómetros a cuestas, quien es toda una autoridad del motociclismo en Ecuador; él nos narró algunas historias, mientras comíamos y tomábamos unas cervezas en un sitio que tiene una vista hermosa sobre la rivera del rio Guayas de nombre “Resaca Restaurante”; nos regaló el último número de su revista, dedicado a los moteros cinco tercios y luego a dormir.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Día 4: Directo Quito – Mitad del mundo

10/Diciembre/2012

El día empezó con un muy buen desayuno en una estación de servicio, tardecito como siempre. Todo presagiaba una excelente jornada y efectivamente lo fue, tomamos la ruta 35 sur (Panamericana) y qué excelente vía, eso sí rodamos todo el tiempo a menos de 100 km/h pues hay muchísimos puestos de control de velocidad.

Llegamos a Quito a eso de las 12 y luego de dar tumbos de un lado a otro debido a las indicaciones de la gente -las y los ecuatorianos son excelentes personas pero no saben dar indicaciones o nosotros no supimos entenderlas-, arribamos al Monumento de la Mitad del Mundo: latitud 0. 

Es oficial: Ya estamos al sur del continente.

Ahí las fotos de rigor, visita al museo, compra de calcomanías y almuercito en las cercanías del monumento -algo caro pero estuvo bueno-.

Salimos del monumento casi a las cinco de la tarde a buscar hotel y a sufrir otra vez con las indicaciones, pero fue en ese momento donde apareció nuestro benefactor: Luis Felipe Arguello, quien estando en un cruce -montado en nada menos que una KTM 990 Adventure- al vernos “un poco” perdidos se acercó a nosotros y ofreció llevarnos a un hostal que él conocía, al principio el recelo propio de los colombianos apareció, pero finalmente aceptamos.

 
El hostal El Cafecito -que nos recomendó- es excelente, muy bien ubicado a tan solo unas cuadras de la “zona rosa” de Quito conocida como Plaza Foch, lugar que conocimos después de instalarnos en el hotel. Allí intercambiamos historias de vida al calor de unos mojitos y nuestro amigo terminó siendo un motero de vieja escuela que se ha recorrido casi todo el continente en motocicleta, fue tanta la empatía que decidió acompañarnos al otro día en parte de la ruta por lo menos hasta la salida de Quito, ya que teníamos pico y placa es decir que teníamos que estar fuera de la periferia de la ciudad antes de las siete de la mañana…

 
Por otra parte, los paisajes, como ya verán en las fotos, son muy bellos. Cada giro de las ruedas nos ha trasladado a mundos diferentes, donde los colores del arcoíris danzan formando montañas, nubes, ríos, cascadas, etc., que se plasman en la tierra invitándonos a conocer todo el baile y a incorporarnos a él. Permitiendo que cada uno de nosotros se aproxime a Gaia de un manera única recordando la importancia de su participación en la construcción y destrucción del mundo.

martes, 11 de diciembre de 2012

Día 3: Directo Ecuador eeeeehhhhh!!!!!!!!!

9/Diciembre/2012

Como ya es costumbre salimos tardecito, menos mal, ya que el parqueadero en el que dejamos las muñecotas  abría hasta las 8:30 de la mañana, en resumidas cuentas salida nueve de la mañana. El frio y la lluvia hicieron su aparición, llegamos a Ipiales a eso de las 11:00 con el tanque de gasolina casi vacío, ya que nuestra idea era tanquear en Ecuador por que la gasolina es mucho más barata mmmm mala idea pues en Ecuador no le venden gasolina a los Colombianos, por lo menos en los pueblos cercanos a la frontera; así que finalmente nos tocó devolvernos a Ipiales y tanquear allí -precio del galón $5.980 pesos.


Estábamos en la frontera pero no podíamos pasar sin antes visitar nuestro gran monumento nacional El Santuario de Nuestra Señora de Las Lajas, para pedirle una ayudita extra a la Virgencita. Pues esa ayuda se empezó a ver de una vez en la frontera pues el ingreso a Ecuador fue rápido y sin inconvenientes, nuestra meta era llegar a Quito.


 El paso sólo nos tardó 1 hora y media con todo y motos y sorpresa… una vez cruzada la frontera las carreteras si parecen panamericanas, perfecto pavimento y señalización, a tal punto que no se puede andar a más de 90Km/h, como nos explicaron en el lugar que almorzamos toda la vía tiene radares y nos insistieron que a pesar de las rectas que seguían no fuéramos a superar los límites de velocidad.


El almuerzo fue interesante, pollo asado, pero a pesar de hablar el mismo idioma, casi no podemos pedir 1 pollo. En las cercanías de la frontera ecuatoriana el pollo lo venden por plato y parten el pollo en 4 presas, por lo que cuando pedíamos nos decían cuántas presas y ni idea, finalmente les pedimos que fueran 1 plato por cabeza y taraaan!!! los platos venían con cuarto de pollo, que estaba buenísimo para el hambre que llevábamos -8 horas sin comer-.

Luego de almorzar continuamos el recorrido, dándonos cuenta que la salida tarde de Pasto nos había pasado factura, así que sólo pudimos llegar hasta… Ambuquí, que es como el Melgar de los Pastusos, según nos dijo el señor del hotel, ya que fines de semana y puentes festivos vienen colombianos -quienes son los mejores clientes- (yo también lo sería pues es barato el hospedaje y ¡¡¡una Budweiser de 600 ml vale 3500 pesos más o menos que viva Ecuador!!!) Los ecuatorianos casi no, porque tienen pocos puentes festivos, además no salen y tampoco rumbean mucho.

Y para los profesores que estén pensando en trabajar en el Ecuador, no se los recomiendo ya que solo hay un período de vacaciones de un mes entre Enero y Febrero y la jornada es de 7 a 3 -según nos contó el señor del restaurante del hotel-. Algo que me sorprendió mucho fue que tenían el canal Caracol puesto en el restaurante y gracias a esto me pude enterar que mi glorioso millonarios va a jugar la final de la Liga Postobón eeeeh!! Vamos muchachos por la catorce.


 Fabricio’s Hostería fue el lugar que encontramos a las 8pm. más cómodo y barato que el de Pasto y además tiene parqueadero (30 dólares por todos).

domingo, 9 de diciembre de 2012

Día 2: Directo Pasto e intermedias

8/Diciembre/2012


Debido a la celebración de velitas la salida no fue tan mañanera, luego de tomar un delicioso y nutritivo desayuno incluyendo costillitas y chorizos que habían quedado de la noche anterior, tomamos rumbo hacia a la Ciudad Blanca, dónde llegamos a eso de las once de la mañana. Allí las fotos de rigor y algo de merienda ya que nos habían advertido que no paráramos en la ruta de Popayán a Pasto puesto que es una zona de riesgo por el orden público.


Tomamos carretera a la 1pm. y nuestra ¡Gran Panamericana!... Apareció. Hay razón que nuestros vecinos se traten de apropiar de nuestro territorio, si la carretera que nos conecta directamente con los otros países parece más bien una trocha en algunos tramos: por favor señores gobernantes metámosle el hombro a las vías y mostremos otra cara de nuestro país.

Finalmente, seguir el consejo -que nos dieron- de no parar fue imposible por dos razones una el impresionante paisaje de nuestras cordilleras y otra que Ana María en medio de una maniobra vertiginosa por capturar el mejor momento botó su cámara fotográfica y nos tocó parar a buscar las partes por todo el asfalto, logrando rescatarla casi intacta: la batería se perdió.


Y ya cuando estábamos culminando la segunda etapa, apareció el ingenio de los últimos concesionarios de la vía, a quienes parece  no agradarles los motociclistas, por esto diseñaron una trampa en lugar de un paso de peaje, y nuestro compañero Lucho lamentablemente cayó en ella; por fortuna sin consecuencias graves para él o Ana pero sí para su caballito de acero que sufrió una dobladura en el freno de pie y una de sus maletas se quebró.


Ya en Pasto después de buscar como por una hora y media encontramos un hotel, que es recomendable para los viajeros de bajo presupuesto como nosotros se llama San Agustín y maneja precios muy cómodos y es agradable y limpio  –no tiene parqueadero pero existen varios cercanos y… cuidado con las llaves de los lavamanos Ana partió una-.

Después de instalarnos en el hotel, ¡a comer Cuy! –obviamente- era algo infaltable en nuestra visita a Pasto, y la verdad estuvo muy bueno.

La entrada dos de este blog la escribimos hasta hoy ya que cuando llegamos al hotel caímos como piedras.

Continuación Día 1: Velitas


La reunión que hizo el primo de Beldys estuvo muy agradable, aunque ninguno tenía idea de cómo prender el carbón, apareció una amiga de la familia para salvar la noche, finalmente se pudo “meter toda la carne en el asador” -como dirían los comentaristas deportivos-, la comida estuvo excelente muy buen parrillero Javier. 

La celebración se prolongo hasta las primeras horas del otro día, compartimos historias de viajes con los amigos de la familia ahí nos dimos cuenta que mucha gente quiere realizar nuestra aventura y eso nos llena de satisfacción al ver que estamos cumpliendo ese sueño… a Javier y su familia muchísimas gracias por recibirnos en su casa, a las niñas perdón por sacarlas de sus camas la pasamos muy bien y esperamos tenerlos en Bogotá para recibirlos de igual forma.


viernes, 7 de diciembre de 2012

Día 1: Directo Cali e intermedias


7/Diciembre/2012

Finalmente empezó la aventura, con mucho pesar tuvimos que dejar atrás a uno de nuestros moteros, ya que su caballito de acero, su compañera más fiel presentó problemas técnicos serios un día antes de iniciar la travesía.



Con caras largas y un sentimiento de ausencia en el aire, partimos de Bogotá antes de que el gallo se despertara. 


Ya en la ruta algunas paradas para despedidas de familiares, luego el desayuno con sanduchitos  hechos en casa, y con las pilas puestas enfilamos llantas hacia Cajamarca. 


Durante el camino nuestro primer encuentro con nuestros valerosos agentes de la ley, son unos héroes recogiendo plata para los niños pobres “se pasó en doble línea hermano y usted sabe yo no me le quiero tirar el viaje pero colabóreme también para  poder ayudarle” en resumidas cuentas tocó darle cincuenta mil razones para poder continuar.

Ya en Cajamarca parada para estirar piernas y nuestro primer incidente técnico. “Se le apretaron todos los tornillos patrón”  me dijo el mecánico de Suzuki y tan solo 200 km después ¡¡splash!! se desprende nada más ni nada menos que la palanca de los cambios; lo bueno fue que sólo era una tuerca floja señor mecánico, solucionado el impase a afrontar el Alto de la Línea.



Mítico alto del que todo el mundo al escucharlo menciona  “ojo con la línea, que eso es re peligroso”. Efectivamente, además que no se puede andar a mas de 30 km/hora, se encuentra uno de vez en cuando con los hermanos de Hannibal Lechter montados en una tractomula quienes creen que están jugando a estripar personas con su aplanadora de 24 ruedas pero por lo demás genial la línea.

Luego almuercito en Armenia hummmm! delicioso y sin incidentes hasta Cali donde nos recibió el primo de mi esposa muy bien, con asadito de velitas y todo……ya se les contaran los detalles.




martes, 27 de noviembre de 2012

El Inicio

Todo empezó hace años cuando realicé un viaje al Perú de mochilero, allí me di cuenta que sería fabuloso recorrer Suramérica en una motocicleta, ya que se puede interactuar con el ambiente y disfrutar más, cada uno de los hermosos parajes de nuestro continente, así fui compartiendo mi idea con varios amigos y muchos se interesaron pero pocos fueron los que realmente tomaron en serio mis palabras.

Los primeros moteros fuimos Lucho y, Jhon y yo con nuestras respectivas esposas -Zulma y Beldys-. Con estos aventureros de espíritu empezamos a planear nuestra odisea, lo primero y más importante era aprender a manejar una motocicleta, lo segundo era comprarla, pero ¿Cuál motocicleta? ¿Qué cilindraje sería el más adecuado para viajar? y ¿Cuál para aprender? Finalmente elegimos la motocicleta más versátil, apropiada y -lo más importante- que se ajustaba a nuestro presupuesto: la Suzuki DL 650 (V Strom).

Estando en la búsqueda de la moto, a nuestro amigo Jhon le llegó un hermoso regalo que lo hizo dejar de lado el proyecto: nació su pequeña bebe, y era pegarle un coche a la moto o no ir. Y adivinen qué, no va a ir, igual estamos seguros que nos acompañaran de corazón con su familia.

Finalmente, compramos las muñecotas Lucho y nosotros, pero todo el mundo decía que estábamos locos por montarnos en una moto de alto cilindraje sin haber hecho “la escuela” -como dicen los moteros-; pero acá estamos un año después de haberlas comprado tratando de iniciar nuestra aventura y gracias a Dios sin ningún accidente serio a cuestas, con algunos rasponcitos de las caídas que han tenido las muñecas, nada grave, y con algunos miles de kilómetros en nuestro haber.

Con el tiempo, se unió Juan Camilo quien ya tenía experiencia como motero, pero su inconveniente más serio era que su moto una Fazer 150 no respondía a las condiciones que planteaba el viaje. Así, después de meditarlo varios meses con la almohada se decidió por una Suzuki Gs 500 y solucionado el problema.

Finalmente a nuestro heterogéneo grupo se unió Ana María, quien aunque nunca se había montado en una moto en su vida,  se enamoró de la idea desde que la escuchó y después de una rodada ya no se quiso bajar.

Así se completó el grupo, 5 compañeros en tres motocicletas, de ahí el nombre Moteros 5/3.

Luego de estar reunidos: ¡A definir la ruta! Nuestro primer y optimista objetivo era Buenos Aires, qué ingenuos éramos en ese entonces, luego de hacer un viaje de 380 km a Santander nos dimos cuenta que ese kilometraje sería lo más adecuado para hacer en un día de viaje para poder llegar con algo de nalgas a Colombia, y con los días con que contábamos -37 en total- teníamos que replantear la ruta. Pensamos luego hasta Jujui (Argentina) y de ahí pasar a Antofagasta (Chile) para subir por toda la costa de vuelta hasta Colombia pero tampoco nos alcanzaba el tiempo si queríamos conocer todo lo interesante que tienen estos países, por lo que finalmente optamos por la ruta hasta Tiahuanaco (Bolivia), pasando por Machu Pichu, y El lago Titicaca para posteriormente subir por toda la costa Peruana y Ecuatoriana.

Nuestra ruta:


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