Moteros 5/3: 2013

sábado, 29 de junio de 2013

Día 29: Directo a Guayaquil

04/enero/2013

El día empezó temprano pues no dormimos muy mucho, la moto de Lucho aún no estaba bien y no teníamos muy claro qué hacer, así que lo primero fue mirar si todavía teníamos motos y… efectivamente ¡Sí!

Luego salimos hasta el taller, donde ya nos esperaba el señor mecánico, quien propuso dos soluciones: la primera era irse hasta el pueblo más cercano a ver si se conseguía el empaque o se mandaba hacer, la otra era remendar el que estaba dañado y arriesgarnos con ese. Lucho optó por la segunda opción y media hora más tarde, estábamos requintando el tanque con un cuarto de aceite que llevábamos de repuesto y arrancamos rumbo a Guayaquil, la verdad queríamos salir cuanto antes de ese caserío así que ni desayunamos, nos despedimos, eso sí, muy agradecidos de nuestros benefactores y rumbo a Máncora.

Una hora y media después estábamos allá disfrutando de un delicioso juguito natural y una hamburguesa, revisamos el empaque y la verdad estaba perfecto, así que continuamos hacia la frontera, pues nuestra idea era llegar a Guayaquil en la noche.

El paso por las aduanas de Perú y Ecuador  se puede decir que fue rápido, comparado con el de Bolivia –Jeje–, ahí volvimos a revisar el arreglo -todo seguía bien-. Pasadas las fronteras y tomamos rumbo a Guayaquil, nuestro rodado iba yendo despacio, pues no sabíamos como funcionaría el empaque al revolucionar mucho la moto.

Estando en esas y sobre la marcha, nos abordó un motero en una BMW 650, nos preguntó hacia dónde nos dirigíamos y al escuchar que íbamos a Guayaquil se ofreció a guiarnos, unos kilómetros más adelante paramos a tomar algo, realizar las presentaciones de rigor e intercambiar historias. Así supimos que el motero que nos había saludado se llamaba Edgar Narvaez, coronel retirado apasionado por las motos y que tenía una escuela de paracaidismo, a su vez nosotros le contamos de nuestro viaje y el recorrido que hasta el momento habíamos hecho. Él al escuchar nuestra historia y saber que una de las motos tenía problemas, muy amablemente nos contacto con su mecánico personal, quien acepto esperarnos en Guayaquil hasta nuestro arribo en compañía de nuestro nuevo amigo. El resto del camino trascurrió sin novedad, relajados sabiendo que ahora estábamos acompañados de un amigo motero conocedor de la ciudad que nuevamente nos daba la bienvenida con los brazos abiertos.


Al llegar a Guayaquil fuimos al taller, dejamos la moto de Lucho y quedamos a la expectativa de cuándo salía la moto, luego siguiendo las recomendaciones de Edgar nos hospedamos en un muy buen hotel –Castell– en el centro cerca de el mecánico y… por si fuera poco… nuestro amigo después de tomarse todas estas molestias con nosotros continúo con su derroche de generosidad invitándonos a comer cangrejos en uno de los mejores restaurantes de la ciudad, allí nos reunimos con su novia Catalina, quien es una colombiana paisa muy querida y pasamos una noche súper entretenida.


La verdad es que Dios es muy grande y los ruegos de todas nuestras familias y amigos hicieron que nos pusiera cada ángel en el camino en el momento justo cuando lo necesitábamos. Para nuestros amigos, Edgar y Catalina, toda nuestra gratitud y una invitación abierta a Colombia y Bogotá para poder devolverles alguito de su hospitalidad para con nosotros.

Día 28: Directo a… nuestra primera barada

03/enero/2013
Empezamos este día con el pie derecho, salimos temprano del hotel. La idea era terminar la jornada en Máncora por la tarde, pero antes queríamos hacer una parada que nos habían dicho no nos podíamos perder, algo solamente comparable con la tumba de Tutankamón.

Me refiero a al Museo Tumbas Reales del Señor de Sipan. Está ubicado en una ciudad pequeña cerca de Chiclayo llamada Lambayeque y desde que vimos la estructura externa del museo quedamos impresionados ni que decir de su interior, la verdad no hay palabras para describirlo, ojala hubiéramos podido sacar una foto (todos los bolsos y cámaras fotográficas y demás deben dejarse a la entrada en consigna).


El recorrido se realiza de arriba hacia debajo en forma similar al realizado por los investigadores durante la exploración,  allí se encuentran los tesoros culturales (trajes, estandartes en cobre sobre tela, piezas de joyería en oro, plata, turquesa y espondylus) encontrados en varias tumbas de la cultura Lambayeque, siendo las principales la tumba del señor de Sipán y del antiguo señor de Sipán que al ser halladas intactas permitieron conocer un entierro real de esta cultura preinca y en las que se encontraron más de 400 joyas finamente elaboradas –no por nada han sido consideradas la tumbas más ricas del nuevo mundo-. La de lujo que se daban estos personajes, tenían unas orejeras que envidiaría cualquier adolecente de esta generación, uno se sorprende que en esa época hicieran cosas tan maravillosas, al señor de Sipán lo enterraron con todas sus pertenencias y bastante acompañado pues alrededor de su ataúd se encontraron dos soldados, tres mujeres, un niño, un perro, una llama, adicionalmente custodiaba la tumba uno de sus guardianes al que le quitaban los pies -para que no se fuera de la tumba- en símbolo de una vigilancia perpetua.
El museo es de lo mejor que uno puede ver en Perú, realmente vale la pena visitarlo, después de esto salimos a buscar almuercito y a enfilar el timón hacia las playas de Máncora, aunque por delante teníamos unos trescientos kilómetros por delante, de los cuales fueron 130 de pura tormenta de arena y vientos fuertísimos, y a escasos 100km -aproximadamente- de nuestro destino, se presento nuestra primera varada de seriedad, menos mal fue en un pequeño pueblo y no en medio del desierto.


La cadena de la moto de Lucho se desencajo y al acelerar se rompió un pistón que va al embrague, rompiendo el empaque que evita que el aceite del motor se salga. Es decir, se rego como un cuarto de aceite y la moto quedo en medio de la vía y  ¡lo peor! Eran más de las seis de la tarde. Pero definitivamente los ángeles existen y a nosotros se nos aparecieron varios en el camino; mientras yo fui a buscar algún mecánico que nos pudiera ayudar, varias personas se acercaron a ofrecer su ayuda dándonos información sobre el sector, apoyándonos con sus conocimientos mecánicos y hasta el transporte de la moto a la ciudad más cercana. Le ayudaron a Lucho a destrabar la cadena y a llevar la moto hasta el taller del lugar… que obviamente no era el centro Suzuki, pero por fortuna el señor era de esos que desvaran hasta un trasbordador espacial entonces adapto otro pistón y remplazo el dañado, pero al arrancar la moto otra vez empezó a botar aceite, y ahí fue cuando él se dio cuenta que estaba roto el empaque, pero ya eran como las diez de la noche así que nos dijo que el empaque se podía conseguir al otro día en Sullana.


Los hijos del señor nos acompañaron hasta el único hotelito del pueblo y nos advirtieron que no saliéramos solos, pues había muchos atracadores que al vernos extranjeros nos podían robar pero mientras fuéramos con ellos no había problema ya que los conocían del lugar. El hotel que era
como una especie de motel muy barato, la señora muy amablemente nos guardo las motos en la sala de su casa, los cuartos la verdad no eran la mata de la limpieza y el baño no tenia puerta, pero menos mal tuvimos un lugar donde dormir.

En fin, fue un día bastante largo, yo por lo menos no pude dormir mucho gracias a la radionovela porno de los vecinos de alcoba. Ese día nos acostamos con hambre y sed pues por los consejos de nuestros auxiliadores y la hora ya no salimos del hotel.

miércoles, 27 de febrero de 2013

Día 27: Directo a Trujillo


02/enero/2013
Ya recuperados de la rumba de fin de año y preparándonos para partir nos abordo un curioso personaje de cabeza rapada y barba de chivo quien en un español no muy bueno nos contó que el también era motero y señalo hacia su BMW 650. Era un Canadiense que estaba recorriendo desde Canadá hasta Argentina, estaba medio cojo pues se accidentó en Colombia, pero con todo y eso ahí estaba esperando la salida del Dakar, no podía creer que nosotros no fuéramos a estar para tan importante evento para todos los moteros, pero ni modos nuestras obligaciones laborales en Colombia no dan espera.

Partimos de lima rumbo a Trujillo, aproximadamente 600 km de recorrido, en el camino nos cruzamos como a 30 moteros que nos saludaban con cambio de luces y pito como diciendo ¡Hey! el Dakar es para el otro lado.

Rodamos muy duro con mucho viento, pero finalmente alcanzamos la meta apenas cuando la tarde moría. La plaza de armas de Trujillo, como siempre, hermosa además que estaba iluminada y adornada por varios arbolitos de navidad de diferentes estilos.

Cansados por el viaje comimos en el restaurante del hotel y a dormir pues al otro día nos esperaba otra etapa similar y adicionalmente queríamos visitar las tumbas reales de Sipan. 

Y mientras esperamos... algunas fotos de ruta de este día:



miércoles, 13 de febrero de 2013

Día 25 y 26: Directo a celebrar el nuevo año 2013


31/Diciembre/2012 - 01/Enero/2013
No madrugamos mucho, pues nos dijeron que el taller de Suzuki en Lima no lo abrían tan temprano. Así que abrimos los ojos cuando ya la ciudad estaba trabajando, después bañito de año nuevo, chones amarillos (jaja mentiras no somos tan supersticiosos), desayunito y listos.

Llegamos al taller fácil pues no quedaba muy lejos del hostal, pero… malas noticias… la moto más grande que manejan en la Suzuki es una 400 por ende no tenían el filtro que necesitábamos, no obstante el vendedor nos indico que había un concesionario de motos de alto cilindraje donde podríamos conseguirlo, pagamos un taxi que nos guiara pues nuestra navegadora estrella se había quedado en el hostal y un poco incrédulos nos dirigimos para allá. Y…  mi cara se ilumino al ver en la vitrina una DL 650 V strom ¡siiiiii! significaba que vendían el filtro de aceite, uff! casi que no.

Compramos el filtro y el aceite pero allí no hacían el cambio, y como nosotros no podíamos hacerlo por no tener la llave para quitar el filtro nos tocó buscar dónde nos lo hicieran, algo así como el siete de agosto limeño.

Hecho el cambio tocaba hacerles una lavadita de acuerdo con nuestra costumbre muy colombiana de lavar los vehículos el 31. Llegamos al lavadero y en la fila nos encontramos a dos paisas mandando lavar su Jeep Rubicon en el que estaban recorriendo el continente; allí el abrazo correspondiente de compatriotas y el intercambio de historias de ruta hizo más amena la espera, pero cuando ya casi nos tocaba el turno de lavada, los empleados del lavadero nos informaron que se retirarían por poco más de una hora para almorzar y que no podían lavarnos las motos ni el campero. Fue ahí donde apareció la persuasión paisa, el pobre limeño no se dio cuenta en qué momento terminó sin almuerzo y lavándonos las motos y el jeep aún a riesgo de ser regañado por su jefe pues dejo un carro que estaba primero que nosotros sin lavar.

Finalmente llegamos nuevamente al hostal a tomarnos una merecida cervecita y a exhibir mi hermoso bronceado sabanero en los brazos, pues de regalo de fin de año tuvimos un hermoso cielo despejado en Lima y cómo se me olvido echarme bloqueador en los brazos me metí tremenda quemada.

Luego a comer algo, a pasear por el malecón y a conocer el popular Larcomar; apreciando la vista de la playa limeña, los sonidos del océano golpeando la playa de piedritas y muchas personas sobrevolando en paracaídas este espectáculo.

De vuelta a nuestro refugio nos encontramos a todo el mundo con ambiente fiestero y mirando para donde agarrar pues había fiestas a la orden del día. Nosotros nos tomamos unas cervecitas en el hostal para estar a tono con nuestros vecinos, después nos fuimos para una discoteca cercana a recibir el nuevo año a ritmo de merengue, salsa, cumbia y ¡Tequila!, al principio nos sentimos un poco raros pues éramos los únicos que bailaban, pero lo que pasa es que los peruanos solo bailan cuando están bien hidratados y a las doce happy, happy, pero re happy new year y después casi no nos sientan –jaja– eso parecíamos los campeones mundiales de la salsa. Finalmente se acabo el tequila y toco ir a la camita.

Al día siguiente lo único que hicimos fue dormir, dormir comer, dormir, comer y finalmente dormir –jaja–  tocaba recuperar fuerzas.    

lunes, 14 de enero de 2013

Día 24: Directo al encuentro con los Pingüinos


30/Diciembre/2012
Salimos a las siete de la mañana a desayunar pues el tour salía a las ocho de la mañana, nos recogieron en la recepción del hostal y fuimos en filita como cuando éramos chiquitos hasta el embarcadero; allí después de respirar el monóxido de carbono producto de la cantidad de lanchas que salen hacia las islas, partimos muy animados.



Lo primero que vimos fue el “Candelabro” que es una figura en bajo relieve sobre una colina de arena y mide 183 metros de alto por 60 de ancho cuyo origen es un misterio, se ha dicho que fueron los Nazcas quienes lo hicieron antes de las Líneas de Nazca, otros que los incas, piratas o hasta extraterrestres, la verdad no se sabe pero es impresionante.



Después, empezamos a ver las islas y sobre la superficie una mancha negra que son miles de pájaros que habitan o llegan allí. Se encuentran especies como el Guanay, Piquero, Zarcillo además de Lobos Marinos y Pingüinos de Humboldt; a propósito, nos recomendaron que lleváramos sombrero pues imaginen: ¿Qué pasa cuando hay muchas aves recién desayunadas sobre sus cabezas? Sí ¡Exacto! en cualquier momento puede desatarse una lluvia de guano -excremento de pájaro-; el cuál recoge el gobierno peruano en algunas temporadas y lo exporta hacia Inglaterra como fertilizante.

El tour vale la pena, pues uno tiene “contacto directo” con todos estos animales. Se pueden ver los lobos marinos a escasos centímetros de la lancha, y parece que a ellos no les importa que uno ande por ahí merodeando, pues continúan pereceando como si nada -jeje-.

 Después volvimos al hotel y tomamos rumbo hacia Lima; pues allí pensábamos pasar el 31, llegamos en la tarde y nos hospedamos en el Hostal Fliying Dog -nuevamente-, donde nos encontramos con una pareja de colombianos que empezaban su recorrido por Perú y les pudimos asesorar en algunas cosas para hacerles un poco más interesante y económico su recorrido.

En la noche salimos a visitar el parque de las aguas, que es un parque con varias fuentes de agua, algunas de ellas muy divertidas, donde la gente va a mojarse un poco y a disfrutar de los hologramas que son proyectados sobre la fuente más grande.

Después de esto al hostal; ya que temprano a la mañana siguiente teníamos que conseguir el aceite y el filtro para las motos. El mantenimiento ya no daba espera.

domingo, 13 de enero de 2013

Día 23: Directo a la playa de Paracas


29/Diciembre/2012
Salimos de Nazca temprano con la idea de llegar a Pisco y desde allí hacer la ruta del pisco y el tour por las islas Ballestas, pero de camino nos encontramos con que la ruta del pisco, no es en Pisco sino en Ica, así que ya estando en Ica ¿quién dijo miedo? a tomar pisco -jeje- no mentiras, a conocer el proceso.

Muy amablemente un policía de Ica nos guió hasta la hacienda Caravedo ubicada en las afueras de la ciudad, donde Rodrigo nos hizo un recorrido por todo el lugar.

Primero nos explicó cómo reciben la uva, el proceso de despulpado, el sitio de almacenamiento del mosto verde (se le llama mosto verde porque no alcanza el mismo tiempo de fermentación que para el vino), luego nos llevo a la zona de destilación, a los tanques de almacenamiento, embotellado y sellado de las botellas.

En seguida pasamos a la parte antigua de la fábrica donde se destilan piscos desde 1877 ya que aún hoy utilizan los alambiques de leña para destilar algunas de las variedades; después nos mostraron el viñedo y finalmente… a catar los piscos ¡¡¡yupi!!!.

En la sala  de catas nos dieron a probar dos variedades, el quebranta y acholado, la verdad siempre creí que el pisco solo se podía tomar en coctel pues es muy fuerte, pero al probarlo así es muy bueno, son muy aromáticos y agradables en el paladar.

Después de algunas compritas en el viñedo a continuar la ruta, decidimos quedarnos en Paracas que es una playa antes de Pisco, pues nos dijeron que era más seguro quedarse allí, además desde allí salen los tours para las islas Ballestas. Al llegar por poco no conseguimos donde quedarnos, porque muchos peruanos y extranjeros se van a pasar el fin de año a las playas, y todos los hoteles y hostales estaban a reventar, y los pocos que tenían habitaciones nos exigían mínimo tres noches y a precios absurdos, finalmente nos hospedamos en el hostal “El Refugio del Pirata” después de rogarle a la encargada que nos hiciera una rebajita.

Ya en la tardecita, salimos a conocer la playa que la verdad no es la locura, comimos algo por ahí y disfrutamos el atardecer animados por un “circo de pelicanos” (tres pelicanos vividores que se toman fotos con las personas a cambio de unos pescaditos que les dan sus “domadores” quienes cobran algunos soles por la fotico).

En el hostal una cervecita al ritmo de los Fabulosos Cadillacs y a prepararnos para salir temprano a las islas pues el tour ya estaba reservado.

sábado, 12 de enero de 2013

Día 22: Directo a Nazca

28/Diciembre/2012
Nuestra meta para este día era alta pues queríamos hacer casi 600 km hasta Nazca, pero además de eso teníamos que mandar hacer el cambio de aceite de las motos, y como Arequipa es una ciudad bastante grande –la segunda ciudad de Perú de acuerdo con la guía de Lonely Planet-, pensamos que allí podríamos hacerlo fácilmente.

Dimos vueltas toda la mañana con Lucho y no encontramos nada, no hay tienda ni taller de Suzuki, ni nadie vende el filtro del aceite; además de eso una de las llantas de la moto de lucho estaba pinchada y nadie quería despincharla, pues no tenían tacos o simplemente no se les daba la gana, finalmente nos tocó despinchar a nosotros y pagar sólo porque nos prestaran el gato. Lo del aceite toco esperar hasta Lima.
  
Mientras tanto… Ana y yo -Beldys- fuimos a dar una vuelta por el centro de Arequipa. De camino el taxista nos contó que las construcciones tradicionales como las que íbamos a ver en la plaza de armas son en sillar –no piedra-, un material volcánico de color blanco bastante resistente y que se deja tallar, por eso Arequipa es conocida como “La Ciudad Blanca”; también nos dijo que los picos nevados que veíamos -muy hermosos por cierto- no eran nevados sino volcanes y que por favor no fuéramos a llamar al sillar piedra ni a los volcanes nevados porque en eso eran muy delicados los arequipeños.
Una vez llegamos a la Plaza de Armas, quedamos sorprendidas por su belleza, tomamos las fotos de rigor e intentamos ingresar a la iglesia pero nos dijeron que estaban en misa y el turismo tenía que esperar. Así que decidimos darnos una vuelta por el museo de la “momia”, que tampoco es tal sino el cuerpo congelado de una niña Inca, como nos explicaron durante el recorrido. A Juanita –como decidieron llamarla- la encontraron en 1995 en el volcán Ampato a unos 6380msnm, los investigadores creen que ella fue una Capac Cocha -elegida- ofrendada al dios Apu de la montaña; ya que se cree que en esa época el volcán Misti -ubicado enfrente del Ampato- estaba activo y los indígenas tal vez esperaban calmarlo.
La verdad, no se me ocurre que decir de Juanita aparte de que es ¡impresionante! e invitarles a visitar este museo. Allí nos enteramos que Juanita no es la única que ha sido encontrada –si la mejor conservada- sino que existen otras 14 “momias” de los andes -7 en Perú-. En el recorrido se pueden observar elementos intactos que encontraron con los cuerpos uno de ellos es el manto que cubría a Juanita elaborado a dos colores: rojo y blanco, que nos informaron son los colores del imperio Inca simbolizando el rojo la realeza y el blanco la divinidad, los que en el manto de Juanita curiosamente se encuentran organizados como la bandera del Perú –dos franjas rojas a los costados y al centro el blanco-.

De este museo no tenemos fotos porqué está prohibido el ingreso de cualquier aparato electrónico o fotográfico.

Almorzamos a la salida de Arequipa como a las dos de la tarde y solo teníamos seiscientos kilómetros por delante, así que a ¡¡¡rodar!!! De camino los paisajes mas psicodélicos que he visto, esto no se puede capturar con una fotografía, era algo muy hermoso, por un lado el atardecer en el mar de varios colores en frente del desierto blanco y por otro las montañas casi negras con unas nubes rojas que parecían llamas en el horizonte. Era algo de locos, creo que ni en los cuadros de Dalí se puede ver algo tan surrealista ¿será porque era real?

Rodamos toda la tarde y gran parte de la noche. Finalmente, casi a las nueve de la noche, llegamos a Nazca; fue una ruta muy bonita pero agotadora. Nos hospedamos en el mismo hotel que de ida, apenas llegamos alguito de comer y caímos como piedras.

viernes, 11 de enero de 2013

Día 21: Directo a Arequipa

27/Diciembre/2012

La idea original era ir a Tiahuanaco -lugar arqueológico de la cultura Tiahuanaco- pero ya en Copacabana nos dijeron que teníamos que ir primero a la Paz para poder llegar allá, también existía la posibilidad de ir a las islas del sol y la luna pero el tour implicaba quedarnos todo el día y Lucho ya estaba de muerte, como no había podido dormir tenía cara de puro extra de thriller, por lo que teníamos que bajar si o si.

Para completar, a Ana le celebraron el día de los inocentes por anticipado: le robaron la billetera con todos sus papeles y algo de dinero. Resumiendo Bolivia no nos trato muy bien que digamos, por lo que decidimos sólo esperar para la bendición de las motos que era a las diez de la mañana y regresar.
 
La bendición fue muy curiosa pues toda las personas decoran sus carros con un montón de guirnaldas, flores y tiras de papel, además les echan trago por encima después de la bendición -eso debe ser para que no les pase nada cuando manejan borrachos, jiji-; nosotros al estar entretenidos hablando con un grupo de personas sobre el viaje no tuvimos tiempo de decorar las motos, pero igual éstas y nosotros recibimos la bendición de la Virgen de la Candelaria patrona de Bolivia.

Mientras tanto Ana estaba presentando la denuncia por la pérdida de sus papeles en una estación que parecía atendida por Cantinflas más que por policías de verdad, pues le tocó dar como tres veces la versión de los hechos puntualizando en cosas cómo que había comido ese día.

Partimos de Bolivia con las ganas de llegar a Arequipa, haber si bajando la altura mejoraba la salud de Lucho, lo que nunca imaginamos es que el camino no bajaba sino que subiría aún más.  La salida fue un caos pues tenían cerradas las vías de acceso al pueblo con árboles y piedras debido a las manifestaciones contra el alcalde, pero por lo angosto de las motos pudimos hacernos espacio, o de lo contrario quien sabe cuántos días hubiéramos estado atrapados allí.


Ya en la frontera, otra vez a lidiar con el funcionario perezoso y con la policía boliviana que intentó meternos a la estación para sacarnos plata, menos mal ya nos habían advertido de esto y apenas tuvimos el sello de salida pasamos la frontera y listo. El camino de regreso a puno lo hicimos a menos de 90 km/h por aquello de no dar papaya.  

Cuando cogimos camino hacia Arequipa nos dimos cuenta que eran como 150 km a mas de 4500msnm de altura; menos mal el día estuvo despejado y los paisajes como de postal, pero el frio sí que me lo envuelvan ¡casi nos tullimos! A mí me toco parar en un tramo pues tenía dormidas las manos y ya no podía casi maniobrar la moto, otra vez por fortuna a los pocos kilómetros apareció una tiendita con té de coca para recuperarnos un poco.

 Llegamos a Arequipa como a las ocho de la noche congelados, con ganas de algo caliente y a dormir.

miércoles, 9 de enero de 2013

Día 20: Directo a Copacabana - Bolivia


26/Diciembre/2012
Ya plenamente recuperados del guayabo -aunque no del mal de altura- partimos para Bolivia, un poco prevenidos pues nos habían dicho que los bolivianos no eran muy amables y que la policía era algo corrupta -menos mal eso no pasa sino en Bolivia-.

El trayecto fue casi plano pues estábamos bordeando todo el lago y habían unas pampas larguísimas que incitaban a meterle la patica, fue ahí donde apareció la valerosa policía peruana -ya casi saliendo pero bueno ni modos- por exceder los límites de velocidad.


Menos mal los amables policías después de insistirles mucho nos hicieron el “favor” de dejarnos seguir, pero ellos no se contentaron con cincuenta mil razones como los colombianos sino que tocó darles trescientas mil razones y recibir la advertencia de que si los denunciábamos nos buscarían hasta la frontera y nos llevarían presos. Eso sí también nos advirtieron que tuviéramos mucho cuidado con la policía Boliviana porque allá si eran corruptos.


Finalmente llegamos a la frontera peruano boliviana por el lado de Copacabana, que es la menos transitada ya que existe otra frontera -Desaguadero- por la que pasa la mayoría de las personas, suponemos que por esto es que algunos funcionarios son un poco relajados y sin afanes, además que no les gusta trabajar demasiado; en resumidas cuentas haciendo la salida de la moto del lado peruano y sin tener más personas en fila duramos como una hora, caso contrario en Bolivia que fueron como cinco minutos.

Y 10 minutos después… ¡llegamos a Copacabana – Bolivia! que también es una playa pero nada que ver con Brasil, acá los únicos bikinis que se ven están en las revistas -jaja-.

Copacabana es una especie de pueblito hippie muy agradable y con una vista inigualable del lago, pero de acuerdo con las recomendaciones efectivamente algunos Bolivianos no son muy amables, por ejemplo no se puede regatear como en todo lado porque les da como mal genio.

Nos instalamos en un hotel muy bonito al lado de la playa del lago, Lucho llego directo a dormir pues estaba cada vez peor -la verdad ya nos preocupaba bastante-, nosotros salimos a dar una vuelta por el poblado, ya que queríamos conocer un poco y hacer bendecir las motos al otro día, pues Copacabana es como el Bojacá de Colombia así que visitamos la iglesia que parece más bien una mezquita y adicionalmente tiene una parte bastante lúgubre denominada capilla de la velas.

Luego, cuando fuimos a comprar algunas cosas empezamos a ver que todo el mundo empezó a cerrar los negocios y corrían preocupados diciendo que ya venía la marcha; las calles quedaron desiertas con nosotros en la mitad sin saber lo que pasaba, por lo que mejor decidimos devolvernos al hotel y de camino nos enteramos que la razón del cierre era que la comunidad estaba revocando el mandato al alcalde y los concejales, por lo que todos los propietarios de negocios debían asistir a la marcha pacífica, pues si no asistían les apedrearían sus casas.

Como quien no quiere la cosa nos tocó irnos muy juiciosos para el hotel y a dormir tempranito.

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